16 de febrero de 2009

El Angel Exterminador



Tìtulo Original: El Ángel Exterminador

Director: Luis Buñuel

Productor: Gustavo Alatriste

Género: Drama Surrealista

País: México

Año: 1962

Reparto: Silvia Pinal, Claudio Brook, Enrique Rambal, José Baviera, Augusto Benedico, Luis Beristáin, Jacqueline Andere, Antonio Bravo, César del Campo, Enrique García Alvarez, Tito Junco, Ofelia Guilmáin, Lucy Gallardo, Rosa Elena Durgel. (y un jovensìsimo Eric del Castillo en un papelito chafa)

Pues es un placer para mí inaugurar mi participación en este blog de cine, y que mejor manera de hacerlo que con esta brillante obra.

Protagonizada por Silvia Pinal, (Viridiana, 1961; Simón del Desierto, 1965), producida por Gustavo Alatriste (Viridiana, 1961; Simòn del Desierto, 1965) y dirigida por el genial Luis Buñuel (Viridiana, 1961; Simòn del Desierto, 1965), fue la segunda de una serie de tres películas realizada por este trinomio del cine en español. La cinta aparece en la lista de “Las Mejores 100 películas del cine mexicano” y en “Las 1,000 Mejores Películas del Mundo”.


Al interior de una mansión, un grupo de amigos ricachones se reúnen a cenar después de haber asistido a la opera. Justo antes de llegar éstos a la casa, toda la servidumbre siente súbitas ganas de abandonar el lugar, y lo hace, con excepción del mayordomo, quien permanece impávido en la cena, fiel a los patrones, y haciéndose cargo de todo el servicio durante el evento.


El opíparo festín es llevado a cabo con derroche de recursos, y al final de la velada se trasladan todos a un saloncito, donde una de las invitadas toca sonatas en un piano. Todo transcurre sin contratiempos, hasta que el primero de ellos anuncia su retirada; y es aquí que comienza el meollo del asunto. Por tales y cuales circunstancias, nadie se va a su casa, y se quedan a dormir en el salón, incluyendo a los anfitriones; y es hasta el día siguiente, cuando se dan cuenta que a pesar de la voluntad de hacerlo, nadie puede abandonar el salón sin que exista una razón lógica que lo impida.


Pero si algo falta en esta cinta son razones lógicas para cualquier cosa. No en vano Buñuel es el más grande exponente del surrealismo; y así, lo mismo encontramos un oso como mascota en la mansión, que un rebaño de borregos deambulando por el comedor. Buñuel siempre evadió cualquier explicación respecto al oso, los borregos o la cinta, negando que fuera de temática religiosa, social o nacionalista. Hombre de grandes contradicciones, como todos los genios, Buñuel fue un asceta declarado, escéptico, ateo y amante de los burdeles; por lo que pudiera pensarse que ésta es una crítica a la burguesía y a sus excesivos modos.


La elegancia de los invitados poco a poco desaparece al escasear el agua y los alimentos. El hacinamiento se hace presente, y ante la falta de medicamentos, algunos caen enfermos. Celos, envidias, fecalismo de interiores, un hermano castrante y la masacre de los inexplicables y asustados borregos conforman las vivencias de esta pléyade de aristócratas que pierden todo rasgo de humanidad al encontrarse encerrados en una pequeña área con seres humanos a los que desprecian casi tanto como a sí mismos.


En cuanto a la técnica, hay un elemento a destacar que es la repetición de la misma escena en distinto momento a lo largo de la trama. (pequeño homenaje al principio del post con las referencias de actriz, director y productor) Vemos a los invitados entrar a la casa dos veces, el brindis se hace en el mismo número de ocasiones, y los criados se dan a la fuga también repetidamente. Incluso, en algunas versiones editadas posteriormente, estas escenas se han eliminado al considerar que se trata de un error de edición. El recurso ha sido utilizado posteriormente por Brian de Palma y Quentin Tarantino.


La situación se repite en el exterior. Los criados, la policía y los familiares de los invitados no pueden ingresar a la casa para averiguar que es lo que sucede porque una fuerza ilógica se los impide. El grupo de adentro se encuentra en crisis, y la solución corre a cargo de Leticia La Walkiria, personaje de la Pinal; quien argumenta que el encanto en el que se encuentran sólo se romperá si vuelven todos a la posición y actitud exactas del momento en que comenzó el hechizo. Y en efecto, al asumir todos la posición mencionada, pueden salir sin problemas.


Inmediatamente, y después de haberse comportado como verdaderos salvajes, organizan una misa para agradecer que su problema se haya resuelto. Desafortunadamente, ocurre lo mismo al interior de la iglesia, esta vez con cientos de personas. Es evidente el asco que sienten los aristócratas al imaginarse encerrados con la multitud de pobres que abarrotaban la iglesia. La película termina con un rebaño de borregos que se dirigen al interior del templo.


Personalmente considero que la intención de Buñuel no era realizar una crítica a la burguesía de la época, ya que incluso el mismo director se mostró desdeñoso al tener que realizar la película en México, con poco presupuesto, y con recursos de mala calidad. Anteriormente, en “Viridiana” pareciese que los satanizados son los miserables en vez de los poderosos, y dada la total indiferencia del español por la política, a pesar de ser un rebelde nato, es más probable que pudiera interpretarse como una alusión a la hipocresía en general del ser humano, (incluyendo la del propio Luis Buñuel) y no a la de algún grupo social en particular.


Como nota al margen, quisiera comentar que Silvia Pinal pudo haber hecho una maravillosa carrera en el cine, a la altura de la de la hermosísima Catherine Deneuve, pero por alguna extraña razón la abandonó en una mala catafixia por el melodrama casero.

2 comentarios:

Jøëy dijo...

Es una delicia Conde, contar con una reseña tuya.

He de confesar que NUNCA he entendido esta maravillosa pelìcula, pero por alguna extraña razòn (como la que detiene a los invitados a la cena) yo sigo mirandola, embelezado con la belleza semi virginal de la Pinal (Aunque la prefiero en Viridiana)

Ahora... te pido que reseñes "Ese oscuro objeto del deseo" si no es mucha molestia.

DELICIOSO!!!

The Moon Lady dijo...

Una maña película, y no por el absurdo ni mucho menos por el tinte surrealista,sino por las pésimas actuaciones en especial de quien ponen como principal protagonista, la Pinal, que obvio sin talento pero si con belleza llegó a ser una de las " estrellas principales del cine mexicano" , su estrategia, ser pareja de cuanto productor, director y protagonista encontró en su camino. Siento diferir con los que gustan de esta película y del trabajo de la sra. Pinal, pero al pan pan y al vino,vino. Respetable quien difiera.saludos.